Somos una institución sin ánimo de lucro y de carácter privado, que tenemos el propósito de la construcción de tejido humano y social, la lucha contra el hambre, la recuperación del desperdicio de alimentos y el fortalecimiento institucional, en pro de la seguridad alimentaria de la población más vulnerable del país, en alianza con los sectores público-privado, iglesia y comunidad.
Como muchos sueños que crecen y se convierten en gigantes, este comenzó con una idea pequeña, con una semilla que fue sembrada mucho antes de que siquiera algo como un Banco de Alimentos pasara por la mente de algún colombiano.
Corría el año 98 cuando un grupo de personas agradecidas fueron apareciendo en el funeral del señor Juan José Llano, el responsable de haber sembrado aquella semilla tiempo atrás.
Juan José Llano fue “un héroe anónimo”, como diría Pedro Nel Giraldo o Silvia Elena Llano, unos de los fundadores de esta aventura. Fue un hombre que hizo de la caridad un hábito en su vida y de su mano le acompañaba siempre el silencio y la prudencia.
Quienes aparecieron en el funeral aquella tarde del 4 de agosto de 1998, eran personas que llegaron a recibir apoyo de parte de don Juan José, en forma de alimento, palabras o incluso de educación. Fueron personas que con un acto de presencia quisieron despedir a aquella mano amiga con una merecida venia de agradecimiento.
Y así fue, esa semilla con el tiempo se transformó en homenaje y tributo, y se fue nombrando con orgullo: Fundación SACIAR- Banco de Alimentos.
Ante la presencia de la muerte llegan conversaciones incómodas, temas de herencia y desendencia. Del legado de aquel honorable hombre no se repartió un solo peso, y cada uno de sus hijos, con unanimidad y coherencia decidieron que el patrimonio trabajado por su padre y su madre, seguiría replicando sus convicciones y luchas: servir a los vulnerables y velar por ser parte de la solución y no del problema en medio de una sociedad enferma, necesitada de amor.
Para esa época, Colombia no contaba con Bancos de Alimentos, no había personas hasta ahora trabajando en esa línea; y referentes en Italia y México fueron la luz que inspiraron las primeras ideas en este lado del globo terráqueo a ese pequeño grupo de soñadores y aventureros. Sin embargo, una cosa fue quedando clara al inicio de este camino, las comunidades si bien tenían hambre física, era mayor el miedo que les habitaba, por lo que desde sus inicios SACIAR significó más que llenar estómagos.
Conducta humana que expresa claridad, franqueza y pulcritud en el actuar, con la confianza y la seguridad del intachable proceder.
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